Dulcemente creado por: Esther Cantera, Ana Espinosa, Tatiana de la Fuente, Cristina Jiménez, Lara Martín, Laura Martínez y Silvia Mateo.
Grupo 171

lunes, 6 de mayo de 2013

"Infancia y educación artística"

¡Hola dulcecitos!

Hoy toca otra entrega de resúmenes de libros, esta vez de un capítulo del libro "Infancia y educación artística" de D.J. Hargreaves
Este libro, trata de la importancia de la educación artística que propoorciona a los niños la oportunidad de desarrollar su personalidad, valores sociales y morales y la autoestima.

En este caso, he escogido el capítulo que más me ha llamado la atención, el capítulo III "Los dibujos de los niños".

Dibujar siempre se ha visto como una actividad placentera que sirve para decorar o como recompensa. Si un niño dibuja mal no se pone solución con tanta rapidez como si se tratase de la lectura, escritura o aritmética. No hay criterios que determinen un rango de dibujo para cada edad, así, muchos dicen que no se debe enseñar a dibujar porque se rompe con la naturalidad de las personas. Aun así, dibujar supone resolver problemas (plasmar tres dimensiones en dos) y eso no quita que sea divertido.


  - El caso de ausencia de torso


Una de las primeras veces que el niño coge un lápiz se dedica a experimentar, pero poco a poco se da cuenta de que los demás esperan que sus garabatos representen algo. Uno de los primeros dibujos de los niños son las representaciones de las personas.

A los 3 años los niños realizan “figuras de renacuajo”, que son monigotes a los que les faltan partes del cuerpo (compuestos por una cabeza y los brazos o piernas que salen directamente de ella). También aparecen las “figuras de transición” donde, por ejemplo, brazos, ombligo y botones aparecen en la parte baja de la figura. Hay varias teorías que tratan de explicar estos hechos, unos afirman que es porque los niños poseen una imagen incompleta del cuerpo, otros dicen que el monigote carece de cuerpo pero este sí se encuentra en la imagen mental. A partir de investigaciones también se ha descubierto que existe una tendencia a recordar los elementos primero y último. Otros investigadores sostienen que el cuerpo se encuentra en las “figuras de renacuajo”. Tras estas figuras aparecen las figuras convencionales, que ya presentan cabeza, tronco y extremidades.


- La identificación del cuerpo


Para estimular adecuadamente a los niños para que dibujen una representación más convencional de la figura humana se han descubierto dos métodos: La copia, la profesora va dibujando en un papel y el niño la imita, mientras ella le dice las diferentes partes del cuerpo. Por otro lado, se ha realizado otro método que consiste en ordenar al niño que dibuje una cabeza morada y un cuerpo verde, sorprendentemente la mayoría de los nuños dibujó cuerpos convencionales.

- Dibújalo tal como es


Los niños al dibujar cosas de su entorno, añaden elementos significativos para identificar las cosas mejor. Por ejemplo, si se les coloca una taza delante con el asa hacia atrás, los niños aunque no vean esa asa, la dibujarán porque es un elemento significativo y sin él su dibujo no parecerá una taza. Generalmente se ven reacios a no dibujar estos elementos significativos aunque no los vean, es decir, se muestran reacios a omitir cosas que no se ven. El dibujo que muestra un objeto desde cierto punto de vista (la taza sin asa) se llama cuadro centrado en el espectador, en cambio, el dibujo que muestra la información procedente del objeto (la taza con asa) se denomina cuadro centrado en el objeto. Los niños tienden a dibujar los segundos, mientras que los niños mayores o los adultos los primeros.

Como ejemplos en el libro aparecen un cubo, una mesa y dos pelotas juntas (que una tape a la otra). En todos estos dibujos siempre se tiene que sacrificar algo de información. Y vemos cómo en el caso de las pelotas, los niños tienden a dibujarlas separadas con tal de no omitir nada.

- “No soy muy bueno dibujando”

Los niños siempre se muestran atrevidos para dibujar cualquier cosa que se les presente, escogen su propio tema. Hacia los 9 años los niños utilizan un criterio centrado en el espectador para juzgarse a sí mismos y a los demás. La mayoría suelen mostrarse descontentos con sus dibujos y poco a poco se vuelven menos atrevidos y un ejemplo de ello es que borran mucho. En esta etapa los niños aceptan con gusto indicaciones de cómo dibujar.

- Enseñar a los niños a dibujar lo que ven


Estudios demuestran que niños de 4, 5 o 6 años buscan que sus dibujos se parezcan a un objeto o a una escena, aceptan indicaciones sobre cómo dibujar lo que ven. Volvemos al ejemplo de la taza, se coloca una al lado de otra. Una taza tiene el asa fuera del campo visual, y la otra no, es decir, las tazas son idénticas salvo por su orientación. Los niños no tuvieron problema en dibujar la escena tal como la veían, omitiendo el asa de una de las tazas. ¿Por qué ocurrió esto? Pues bien, los niños omitieron el asa para realzar la diferencia de orientación. Por ello manipulando el contexto se puede llevar al niño a que realice una tarea centrada en el espectador.

Otro ejemplo que explica el autor es que les pide a los niños que dibujen un ladrón detrás de un muro al que se le ve la cabeza. Los de 6 años e incluso de 4 no tuvieron problema en hacer un dibujo centrado en el espectador.

La manera de hacer que los niños se den cuenta es preguntarles las partes que se ven y las que no. Hacia los 7 años los niños omiten cosas de los objetos que no pueden ver satisfactoriamente.

Respecto a la profundidad, por ejemplo dibujar un cubo, hacia los 12 años los niños lo dibujan correctamente. Aunque este aspecto requiere una tutela especial, es decir, se desarrolla con la práctica.


- Conclusión

Los niños disfrutan dibujando pero generalmente lo mantenemos en el nivel de autoexpresión sin acercarlo al arte. En consecuencia, los niños entusiastas crecen y no han llegado a adquirir suficientes técnicas de dibujo por lo que sus esfuerzos quedan defraudados. Muchos dicen que la enseñanza formal empobrecería la imaginación de los niños, pero este capítulo ha demostrado lo contrario, la educación puede ayudar a liberar la imaginación.

¡Esto es todo amigos! Hasta la próxima

Las dulces Tico Tico 

Imágenes de "Infancia y educación artística" D.J. Hargreaves Ediciones Morata, S. A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario